Inauguración: Miércoles 15 de octubre, 18 h Identificar objetivos, formular estrategias, disponer de humor, imaginación, creatividad; ser capaz de elegir una dirección, de des-orientarse y reorientarse, de asumir roles, de identificarse (o no); de apelar a los sentidos, a la performatividad; estar dispuesto a seguir las reglas (o no), a pensar, reconsiderar, armar, desarmar y volver a construir. Entregarse a configurar realidades variadas, alternativas, novedosas, quizás inesperadas. Aquí algunas de las disposiciones necesarias para jugar… además de hacerlo con y ser partícipe de… La experiencia estética demanda algo similar: un co-jugador, que sea capaz de experimentar sentidos y lecturas. Las exigencias de la vida son (casi) las mismas, lo que varía es lo que está “en juego”, lo que se arriesga… El concepto del “juego” y su analogía con la “vida” están en la base de esta curaduría expandida en distintos espacios dentro de la cartografía BIENALSUR. También resuena Rayuela de Julio Cortázar, quien con su novela instaló una nueva lógica y otro tipo de lector. Como en el libro y el juego del que toma su nombre se invita aquí a elegir un camino a partir de jugar con los artistas seleccionados, de involucrarse y aceptar el desafío que cada obra propone. Estas elecciones modificarán la percepción y la “aventura” –el juego– de cada uno, marcando –como en la vida– lo singular pero también el encuentro con el otro. Este proyecto es uno de los capítulos de Let's Play / Juguemos en el mundo, que se despliegan en Institut du monde arabe (París), Lugar Comum (Salvador de Bahía), MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo (Buenos Aires) Museo Nacional de Artes Decorativas (Madrid), entre otros.
Imagen: Erwin Wurm, Breeze Small, 2022. Photo Markus Gradwohl