De julio a diciembre, 3era edición de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo organizada por la Universidad Nacional de Tres de Febrero (UNTREF). Exposiciones, instalaciones, intervenciones, performances y acciones BIENALSUR que incluyen a más de 400 artistas en un centenar de sedes de 50 ciudades en 23 países.
A partir de un trabajo en RED, COLABORATIVO, HORIZONTAL y SOLIDARIO, desde el DESEO, la INDISCIPLINA y la DIVERSIDAD construimos, desde 2015, este espacio para el arte y la cultura que desde el sur del sur se abre hacia los 5 continentes a través de una cartografía propia, un territorio y un recorrido específicos que rescata lo local en lo global, la singularidad en la diversidad, en defensa del derecho al acceso a la cultura.
Porque trabajamos en RED y de manera HORIZONTAL, vinculamos en condición de paridad a artistas y curadores de diferentes orígenes, trayectorias y propuestas; a instituciones tan diversas como museos, centros de arte, universidades, espacios públicos, sitios históricos, agrupaciones sociales y colectivos diversos situados en distintas ciudades, países y regiones, construyendo así circuitos de intercambio nuevos que sólo se dan en el marco de un proyecto como BIENALSUR.
Por esta razón es, además, un espacio SOLIDARIO, ya que sólo es posible en la generación de sinergias e interfaces entre sitios y actores sociales dispares dispuestos a trabajar en COLABORACIÓN.
Elegimos hacer foco en el ARTE y la CULTURA porque confiamos en que es a partir ella que se logran activar otras dinámicas socio-culturales, otras perspectivas; dar voz y visibilidad a aspectos de nuestra experiencia cotidiana que por estar tan “cercanos” naturalizamos y que en realidad es necesario volver a ver para ser capaces de pensar críticamente sobre nuestro presente: buscamos hacer de cada espacio de arte un espacio de pensamiento.
Nos definimos desde la INDISCIPLINA, buscamos repensar lo instituido, lo que conduce a ensayar con artistas, curadores, instituciones, espacios y dinámicas preexistentes otras maneras, en busca de contribuir en la emergencia de nuevas lógicas de circulación social a escala local y global. Así mismo, trabajamos por el respeto a la DIVERSIDAD, a la singularidad cultural de cada grupo en procura de formas para convivir en/con las diferencias.
El DESEO es el motor que nos permite sostener este proyecto MULTIPOLAR y POLIFONICO, que se despliega simultáneamente en más de 20 países de distintos continentes, trabaja con más de 100 instituciones de características y dinámicas muy diferentes, incluye a más de 400 artistas y curadores que fueron seleccionados de un llamado abierto internacional (Open Call), junto con invitaciones y obras de colecciones locales, e interpela a públicos diversos en busca de alcanzar no sólo a aquellos habitués del sistema del arte sino -y sobre todo - expandir las fronteras a otros públicos, otros espacios, otras audiencias.
Por todas estas razones y con todo el esfuerzo que esto supone seguimos -incluso en tiempos de pandemia, o quizás hoy más que nunca- sosteniendo a BIENALSUR como una vasta plataforma para el arte y la cultura contemporánea que derriba muros para atravesar fronteras no sólo geográficas sino, y muy especialmente, distancias sociales y culturales ensayando la convergencia en la COMUNIDAD BIENALSUR. Este work in progress que es BIENALSUR lejos de imponerse sobre culturas, instituciones o colectivos transita la singular cartografía que diseña en cada edición con la humildad del migrante, buscando escuchar, aprender y trabajar de manera situada pero sin perder la perspectiva global.
Ejes curatoriales
Desde BIENALSUR trabajamos a partir del concepto de curaduría de investigación. La curaduría aparece como un laboratorio en el que se encuentran perspectivas diversas: las de los artistas, las de los curadores, las de los relatos canónicos y otras que emergen de las nuevas preguntas y las miradas en cruce. La crisis sanitaria que atraviesa el mundo desde 2020 nos enfrenta al abismo de no poder prever cómo acabará. La otra realidad, la preexistente de gentes sin lugar, la de la sobreexplotación del medio ambiente por un capitalismo que agudiza las diferencias y hace que la pobreza asuma formas que remiten a tiempos que creíamos haber superado, no sólo persiste sino que, no tenemos dudas, estará profundizándose en las condiciones actuales a la par de la degradación de los hábitats naturales a causa del extractivismo. La incertidumbre lleva a distintas salidas, una de ellas es la de plantearnos, desde nuestra posición en el mundo del arte y la cultura, dar visibilidad a algunas de estas problemáticas. Por esta razón identificamos la cuestión de la CONCIENCIA ECOLÓGICA entre los ejes curatoriales de BIENALSUR 2021 y como el que de distintas maneras tiñe buena parte de los diferentes proyectos.
Conciencia ecológica/MODOS DE HABITAR: pensar los espacios, problematizar las prácticas
Cuando se plantea las maneras en que se da la ocupación del espacio se piensa rápidamente en las formas que éstas se fueron dando: desde la división de los territorios -reales o simbólicos-, señalando fronteras de distinto tipo, hasta los modos de emplazamientos. El derecho al espacio permite resguardar a los sujetos en su diversidad y da lugar muchas veces a mundos mínimos, íntimos, privados, que conviven solitarios en la multitud, en tanto que otras se abre al despliegue de grandes proyectos urbanos. Estas dimensiones permiten identificar, desde la perspectiva del arte contemporáneo, prácticas y representaciones socioculturales, fantasías, prefiguraciones de futuro y dar a luz miradas críticas. A la par de estos planteos se presentan otros que ensayan otras formas de estar en el mundo a las que podemos identificar como mundos digitales, aspecto que cobró quizás otra preeminencia a partir de la experiencia cotidiana que experimentamos en tiempos de pandemia. La cuestión de la conciencia ecológica que lleva a revisar, también, las relaciones que se establecen entre la ocupación humana y los elementos naturales, eso que rápidamente se identifica como medio ambiente y del que la especie humana se distingue de manera diferencial, nuevamente establece fronteras conceptuales y modifica, extrae, depreda, reconfigura -desde esta perspectiva- también los espacios y territorios. En vinculación con la cuestión territorial, aparece aquí igualmente asociado el tema de los TRÁNSITOS Y MIGRACIONES. La gestión de la memoria y los usos de la historia es una problemática que se hace visible con intensidad entre los proyectos seleccionados, muchos de ellos pensados al calor de los movimientos sociales y reivindicaciones hechas públicas que alcanzaron rápidamente una dimensión global. Todo esto nos condujo a pensar las genealogías alternativas que emergen de estas disputas simbólicas y con ellas a imaginar CONSTELACIONES FLUIDAS como otro de los ejes curatoriales de BIENALSUR 2021. En él se aborda el problema de la diversidad no como un problema de representación sino a partir de las operaciones sobre la historia que realizan distintos movimientos de liberación como el feminismo, el movimiento queer, el indigenismo y las luchas antirracistas. Este eje se centra en las reescrituras de la historia, la proposición de nuevas vinculaciones entre obras y agentes culturales tanto a partir de la recuperación de figuras que fueron relegadas de la historiografía tradicional por cuestiones de género, raza, sexualidad, clase u orientación política, como de corpus de obra que son reivindicadas, puestas en valor, resignificadas o apropiadas desde las luchas del presente. Por otro lado, también desde el eje de POLÍTICAS DEL ARTE que funciona como un ejercicio sobre la propia práctica artística al calor de la crisis contemporánea.