Inauguración: Sábado 5 de Julio, 14h
“Bienvenidos al Instituto del Tiempo Suspendido, hace mucho que esperábamos este momento… ¿Cuándo fue la última vez que hablaste sinceramente sobre tu relación con el tiempo?”.
Como medio de investigación conceptual y deformalización estética, el ITS apunta a suspender el tiempo, es decir, desnaturalizar la experiencia del tiempo lineal, cronométrico, homogéneo, productivo y aceleracionista de nuestra época. Tal es “la hora occidental”. Se trata, en definitiva, de dar un paso más en el camino de los formatos artísticos, avanzar originalmente en la política de las prácticas estéticas: fundar un instituto, un anti-instituto o un destituto para suspender los ritmos impuestos por la época que nos ha tocado vivir, el neoliberalismo. Es decir, para reapropiarse del tiempo expropiado en el estrés laboral (“la vida no me da”), el falso ocio digital (“así desconecto”), el extractivismo planetario (“maquinizar lo vivo y la tierra”), la presión familiar y social que nos impone “no perder tiempo”.
Como un programa temporal ya formateado para imponer fases a nuestra vida, cada época y cada sociedad tiene su propia crononormatividad, ese conjunto de normas, implícitas o explícitas, que escanden imperativamente nuestras vidas. (…) Se trata de entender que nuestro modo de vivir el tiempo depende de un “régimen temporal” que cada época impone como forma del poder. En nuestra época, para decirlo desde el principio, el régimen temporal se fundamenta en el productivismo del poder económico, financiero, tecnológico. Y eso es, precisamente, lo que combate hoy el ITS.
Imagen: Instituto del Tiempo Suspendido.