Eduardo Basualdo: “La fragilidad, dentro de un espacio de ficción, es un estado muy atractivo desde donde pensar y sentir”

08/08/2019

Inquietante es una palabra que puede ajustarse a la perfección a las instalaciones -muchas veces monumentales- del artista argentino Eduardo Basualdo (1977). Hay algo recurrente en sus trabajos, exhibidos en los espacios de consagración de todo el mundo: una idea de “pasaje” en el sentido ritual, que lleva de un estado a otro; una tensión latente y una eficaz alusión a la arquitectura circundante. 

Su obra Madre del río, una imponente producción que forma parte de la muestra Inmediatamente después y poco antes de / 25 años Berlín-Buenos Aires, junto a otros artistas argentinos y alemanes, se puede visitar hasta el 27 de octubre en el MUNTREF Sede Hotel de Inmigrantes, como parte de BIENALSUR 2019.

El público se encontrará con una delgada pero imponente pared negra, de siete metros de ancho por cuatro de alto –una obra realizada especialmente para BIENALSUR 2019-, confeccionada en su totalidad con aluminio negro. 


“Tenía un interés de exhibir las características contradictorias de este material: lo liviano de su peso, lo denso de su presencia, lo permeable a la luz y su opacidad”, explica el artista Eduardo Basualdo a BIENALSUR.

La instalación ocupa una de las salas del antiguo edificio ubicado junto al puerto, muy cerca de los ventanales por los que ingresa la luz del día, posándose directo sobre la obra; los mismos ventanales desde donde se puede observar a escasos metros el reflejo de los rayos del sol sobre las aguas del Río de la Plata.

En la primera edición de la bienal, en 2017, Basualdo presentó en la ciudad de Rosario “Nosotros”, una instalación en el espacio público de dos rejas metálicas de 6 metros por 4, con la palabra “Nosotros” inscripta entre sus barrotes. Las dos hojas están cruzadas de forma tal que se sostienen mutuamente para no caer. Además, el espacio entre los barrotes es suficiente como para que los espectadores puedan pasar a través de ellos. Durante la segunda edición de BIENALSUR, la obra fue reemplazada en el Parque Independencia, en Rosario.


Algunos recordarán su instalación “Freelancer”, exhibida en arteBA, un helicóptero artesanal de casi nueve metros, con sus aspas girando, contenido dentro de una estructura de cuatro paredes, dando la idea de un inestable equilibrio a punto de quebrarse. 

Otra de sus célebres creaciones, “La cabeza de Goliat” -presentada por primera vez en 2014 en el Palais de Tokyo en París- es un enorme volumen negro que pende del cielorraso y oscila a centímetros de la cabeza del espectador, generando, otra vez, en el visitante, incertidumbre o inquietud.  

Lo teatral se cuela en muchas de sus obras, tal vez por su formación como titiritero en el Teatro San Martín a lo que sumó estudios de bellas artes. 

¿Cómo nace la obra Madre del río?

Eduardo Basualdo: Este trabajo fue realizado especialmente para esta exhibición. Es una obra en parte inspirada por el espacio, el Hotel de los Inmigrantes y su atmósfera nostálgica, pero también atravesada por un momento de mi producción mucho más elemental, donde los materiales con los que trabajo se presentan sin narración. Quería intervenir el espacio con este material, aluminio negro, de una manera simple. Exhibir sus características contradictorias, lo liviano de su peso, lo denso de su presencia, lo permeable a la luz y su opacidad.


¿Qué implicaciones tiene para vos que la obra se encuentre junto al Río de la Plata?

EB: Así como esta obra se centró en los materiales de trabajo creo que también mi práctica en general comenzó a preguntarse sobre la identidad de esta ciudad. Me gusta pensar en cómo un paisaje determinado condiciona a una población. Se pueden tejer innumerables hipótesis acerca de la relación entre estas aguas y las prácticas de los moradores que las rodean. En este caso el título de la obra "Madre del Río" alude a ese fondo barroso que caracteriza al cauce de éste río.

De manera recurrente, en tus obras aparece una alusión a la incertidumbre ¿Por qué?

EB: Creo que es una de las maneras de apelar a nuestra fragilidad. Y la fragilidad, dentro de un espacio de ficción, es un estado muy atractivo desde donde pensar y sentir.

¿Cómo pensás que dialoga tu obra junto a la de tus colegas de la muestra, Edith Dekyndt, Gabriela Golder y Marcel Odenbach?

EB: Las obras de mis compañeros aportan un contexto muy potente a mi trabajo. Si bien acotan su potencial de ficción, subrayan en mi obra su aspecto más monumental y opresivo.   


Curada por Heike van den Valentyn, la muestra “Inmediatamente después y poco antes de” cuestiona en su conjunto la relación entre la experiencia subjetiva y la colectiva a ambos lados del Atlántico, y la manera en que son transmitidas.

La exposición cuenta con el apoyo de la Cancillería del Senado de Berlín, la Embajada de la República Federal de Alemania Buenos Aires, el Goethe-Institut Buenos Aires y el Ministerio de Cultura de la Ciudad de Buenos Aires y se podrá visitar en el MUNTREF Centro de Arte Contemporáneo Hotel de Inmigrantes, Avenida Antártida Argentina 1355, como parte de BIENALSUR 2019.