Inauguración: Jueves 15 de enero, 18 h
Entre desaparición y supervivencia, el titilar de las luciérnagas constituye una de las metáforas más sensibles de nuestro presente. Síntomas de un desajuste profundo, señales premonitorias de una extinción anunciada, encarnan la inquietud de un mundo en el que las luces –a medida que se suceden inundaciones, sequías, incendios y conflictos–, primero centelleantes, se vuelven escasas y dejan aparecer zonas de indeterminación en el corazón mismo de los regímenes de lo visible. Ante esta extinción, resulta esencial pensar la luz –tenue, intermitente, pero decisiva– como una señal de alerta.
En el legado de Pier Paolo Pasolini y de Georges Didi-Huberman, esta exposición recuerda la urgencia de repensar aquello que aún brilla. El “umbral de detectabilidad” evocado por Eyal Weizman en su Manifiesto para una arquitectura forense abre, en este sentido, una reflexión fundamental sobre las propias condiciones de lo visible. Sin aspirar a igualar el impacto jurídico del contraforense, partamos de ese umbral para considerar la desaparición de las luciérnagas como posible revelador de una agencia.
Porque la luz, entendida en su efectividad primera –desde los registros satelitales hasta las percepciones terrestres–, permite medir tanto el oscurecimiento brutal de ciertas regiones del mundo como el sobreiluminado de otras partes de nuestro hábitat común.
A partir de estos destellos residuales, la creación artística dibuja una constelación de formas de atención en territorios sometidos a derivas climáticas, ecológicas, sociales o bélicas. Las obras reunidas en esta exposición, así como las convocadas durante el coloquio internacional que la acompaña, invitan por tanto a mirar y escuchar más allá del silencio, y a reconocer en cada luz –incluso la más frágil– la promesa de una esperanza, de un espacio en el que preservar, pensar y actuar siga siendo posible.
Por invitación de BIENALSUR, del Máster en Creación Artística, Investigación y Práctica del Mundo del Arte y del Centro de Iniciativas Artísticas del Mirail, siete artistas nacionales e internacionales intervienen en La Fabrique, espacio artístico pluridisciplinario de la Universidad de Toulouse Jean Jaurès. Teóricos y teóricas del arte, abogados, curadores y curadoras toman posición, lejos de todo alarmismo profético, para reafirmar una responsabilidad común: proteger lo que subsiste, acompañar lo que vacila y hacer perceptibles las zonas ciegas. A través de estas prácticas, saberes y experiencias, despleguemos formas de vigilancia y de atención capaces de transformar cada destello en un espacio de resistencia.
Imagen: Nicolás Combarro, Arquitectura y represión ll - Carcel de Carabanchel, 2022