Inauguración: Viernes 20 de octubre Las políticas territoriales son tal vez la manera más explícita y visible en que se espacializan los Estados y, con ellos, las sociedades. En 1983, la sociedad argentina puso fin a siete años de la dictadura cívico-militar que más se empeñó en transformar espacialmente la sociedad y, al mismo tiempo, inauguró cuatro décadas ininterrumpidas de vida democrática.
El Instituto de Geografía “Romualdo Ardissone” y el Centro Cultural Paco Urondo de la Universidad de Buenos Aires han decidido sumarse a la conmemoración de estos 40 años, aportando miradas críticas construidas a partir de investigaciones realizadas sobre la dimensión socio-territorial de diferentes aspectos de la vida pública del país; de los avances, pero también de los desafíos pendientes en la construcción de territorios plurales, democráticos, justos y equitativos. Como una verdadera prueba de la necesidad de distintas
articulaciones que nos permitan trascender las fronteras académicas, disciplinarias e institucionales, esta exposición es también el resultado de un diálogo fecundo con artistas y organizaciones que, desde sus propias perspectivas y métodos, trabajan en torno a las mismas preguntas.
En la sección Memorias se abordan algunas dimensiones del fin de la última dictadura y la manera en que la sociedad argentina reconquistó el espacio público, desenterró la evidencia de una violencia clandestina y se enfrentó al desafío de democratizar las formas de producción y de representación del espacio. En esa sección se proponen otras aproximaciones que evocan la memoria como un campo de tensiones siempre abierto; tanto del neoliberalismo y sus cantos de sirena, como de las violencias persistentes en la larga duración.
En la sección Transformaciones, movilizaciones y deliberaciones proponemos varías líneas de lectura: los avances con respecto a las garantías de derecho a la ciudad y a la propiedad de la tierra en los contextos rurales; los tipos de desarrollo que han sido impulsados y sus impactos socioambientales; el lugar de la geografía en las políticas educativas y culturales, tanto en la transformación de las prácticas y discursos sobre las espacialidades como en sus manifestaciones simbólicas y en el ejercicio del debate, la interrogación y el pensamiento crítico en múltiples ámbitos. Las políticas educativas en materia de geografía, ¿han logrado tomar en cuenta el carácter de una sociedad desigual y diversa? ¿Con qué velocidad, escala e intensidad se dieron los procesos de sojización en el país y con qué efectos? Ante emergencias y desastres, ¿cómo ha gestionado el Estado el riesgo? ¿Qué transformaciones territoriales han tenido lugar en el Área Metropolitana de Buenos Aires? ¿Cómo se han reconfigurado las estrategias cotidianas de organización política, de cooperación y de construcción identitaria a nivel barrial?
¿Cuáles son los avances y retrocesos respecto a las violencias institucionales? ¿Qué implicancias tuvo la crisis ambiental en términos de derechos para existentes humanos y no humanos? En síntesis, ¿se han logrado avances en la democratización de los mecanismos de producción espacial o, más bien, asistimos a un proceso lento pero continuo en el que el neoliberalismo y sus formas de gubernamentalidad se extienden a todas las dimensiones? Hoy, a cuatro décadas de vida democrática ininterrumpida, también es pertinente preguntarnos por los horizontes del devenir territorial de la sociedad argentina.
A este ejercicio dedicamos la sección IMAGINAR EL FUTURO (DEMOCRACIA: RETOS PENDIENTES). ¿Qué acciones pueden habilitar prácticas, políticas, pedagogías, discursos y representaciones territoriales que favorezcan la construcción de territorios plurales, democráticos, justos y equitativos?
Asumiendo que nuestro compromiso con la democracia es aportar un pensamiento crítico con investigaciones situadas y comprometidas con la comprensión y transformación de los contextos sociogeográficos de los distintos sectores de la sociedad, invitamos a esta exposición en la que afirmamos firmemente que los desafíos pendientes requieren de una sociedad movilizada y activa en la defensa de la democracia.