Inauguración 12 de noviembre 17.30h
De miércoles a sábado de 13 a 19h; domingos, de 11 a 17h
Con su instalación Tercer galgo, Bruno del Giudice traslada al espacio expositivo una arquitectura efímera común en las ferias locales. La simple operación de aislar y desfuncionalizar esa tipología constructiva de evocaciones populares refleja el interés del artista por los elementos que integran el paisaje natural de las ciudades de Latinoamérica y sus espacios de resistencia. Las lonas que techan los pasillos de las ferias se montan a la madrugada y se desmontan a la tarde, lo que configura un paisaje mutante regulado por un ciclo de vida orgánico que marca los tiempos del mercado. Desde hace varios años del Giudice investiga en distintos territorios las “marcas falsas” que proliferan en las ferias: desde su ciudad de origen, Resistencia (Chaco, Argentina), hasta Asunción (Paraguay), La Triple Frontera (Brasil, Argentina, Paraguay) y La Salada (Buenos Aires). Aquí lo local y lo global se solapan y las insignias de la globalización son apropiadas y resignificadas según el contexto. La luz que filtra a través de la instalación pictórica nos devuelve fragmentos no del todo reconocibles de distintas marcas, que perfilan los deseos y aspiraciones que se conglomeran alrededor de ellas, para devolvernos, como en un espejo, un simulacro de originalidad.
El proyecto se inscribe en el eje curatorial Modos de habitar que enlaza las distintas exposiciones de la tercera edición de BIENALSUR en Montevideo, reuniendo reflexiones sobre los efectos de las transformaciones urbanas en la producción de subjetividades y los modos de vida.
“Vivir entre el cielo y el mar”, “vivir a la altura”, “viví el estilo” son algunas de las exhortaciones que irrumpen disruptivamente en el pasillo de la ex-cárcel de Miguelete, hoy EAC - Espacio de Arte Contemporáneo de Montevideo. Alan Oju se apropia de frases encontradas en carteles de la ciudad para promover emprendimientos inmobiliarios, descontextualizándolas e ironizando sobre el lenguaje neoliberal del bienestar y la meritocracia. Nacido en las afueras de San Pablo, el artista traslada al espacio expositivo los efectos de la regulación urbana que prohibió anuncios visuales en las calles durante una década en la capital de Brasil, tras la aprobación de la ley “Ciudad limpia”. Eliminando los elementos figurativos que suelen acompañar estos afiches publicitarios, Oju convierte cada cartel en un eslogan vacuo, cuyo emplazamiento en la arquitectura panóptica de la ex-cárcel evidencia el paralelismo entre dos modos de producción de subjetividades: el control sobre los cuerpos y los deseos inducidos por el sistema de consumo.
El proyecto se inscribe en el eje curatorial Modos de Habitar que enlaza las distintas exposiciones de la tercera edición de BIENALSUR en Montevideo, reuniendo reflexiones sobre los efectos de las transformaciones urbanas en la producción de subjetividades y los modos de vida.
Fotografía: Bruno del Giudice