Apertura 13 de octubre
Visitas desde el 14 de octubre: de lunes a viernes de 10 a 19.30 hs y los sábados de 10 a 17.30hs
Crecí en un balneario invadiendo jardines, azoteas y playas desiertas, ellos fueron el campo de batalla de mi infancia. Colarse en el taller de mi padre para hacer espadas y pistolas, era vital, ya que mi madre estaba en contra de las armas, aunque fueran de juguete. Creo que por eso siempre me han cautivado las herramientas, las armas y su historia. La idea de que la gente puede usar una herramienta como arma o viceversa, transformar los objetos y sus usos ha influido mi arte.
Las balas son la materia prima de esta exposición. Uso la punta de las municiones para dibujar niños jugando en tiempos de guerra y paz en todo el mundo. Martillo distintas balas para formar canicas de plomo. Tallo una escultura en la punta de una bala, o utilizo un casquillo vacío como silbato. Para mí estos trabajos apuntan a la importancia del juego y al poder de la imaginación.
En tiempos de conflictos explosivos, etiquetados y divisiones en todo el mundo, creo que es importante revisar la historia y ser conscientes de los riesgos de repetir errores. Coincido con Johan Huizinga que en su libro Homo ludens (1938), escribió que cuando “todo rastro del concepto de juego se extingue, la cultura en su totalidad se marchita”; pero confío en la esperanza de saber que, independientemente de las circunstancias, los niños siempre jugarán.
Pedro Tyler, Santiago de Chile, 2021
Fotografía: La última de Pedro Tyler
