"Hablar de amor al interior de la rígida cultura política de los movimientos radicales o en el ambiente cool y a la última del mundo del arte resulta siempre incómodo". Estas fueron las palabras con las que Mariela Scafati, arropada con decenas de camisetas, rompió el silencio de una de las salas del Museo Castagnino del Rosario el 11 de Octubre del 2012.
Las palabras dichas eran de John Jordan, las estampadas en las camisetas del Taller Popular de Serigrafía (TPS) y Serigrafistas Queer (SQ).
En el eco de la sala cada gesto se transformó en un ejercicio de memoria.
Hoy en el marco de la muestra Arte en el Germani, sucede lo mismo pero distinto. Camiseta a camiseta, palabra a palabra, no sólo vemos como un cuerpo deja de ser uno para transformarse en todos los cuerpos (en todas las corporalidades), sino que también nos devuelve la posibilidad de revivenciar cada una de las consignas y acciones llevadas adelante por el TPS y SQ.
La performance o como prefiero llamarla, la acción afectiva que realizó Mariela, y hoy vuelve a presentar, es una invitación abierta a la experiencia corporal de la memoria, una experiencia poético-amorosa del haber estado ahí, que se renueva y reactualiza en cada espacio, en cada situación.
Me gusta y elijo pensar también esta acción como un archivo posible. Un archivo vivo, experiencial y parlante, a la intemperie, móvil, que acopia y comparte en, con y desde el cuerpo.
Retomando entonces la frase con la que Mariela rompió aquel, y este silencio, creo que "Hablar de amor al interior de la rígida cultura política de los movimientos radicales o en el ambiente cool y a la última del mundo del arte" ya no resulta tan incómodo, y me atrevo a decir que casi resulta inevitable.
Con estas pocas y no tan pocas palabras pretendo entonces, y sobre todo después de haber visto la acción, agregar que tantos las acciones realizadas por el TPS o las que actualmente realiza Serigrafistas Queers no serían posibles sin el intercambio generoso y comprometido; situación que no puedo pensarlas en otra clave que no sea las de un gesto que desborda las palabras transformándolas en un lugar habitado por y para el afecto. Un enunciado colectivo que arropa el tiempo.
Este texto es una transcripción de las palabras compartidas por Guillermina Mongan en el marco de la Muestra Arte en el Germani en el que Mariela Scafati realizó la performance "Ni verdaderas ni falsas" el 26 de Abril 2013.