Aludiendo al mecanismo otrora usado por las cámaras de proyección cinematográfica en los tiempos del celuloide, René Francisco toma las columnas de la galería como ejes sobre los cuales discurre un gran dibujo de varios metros.
Flatbed se instituye así como una especie de“película”que recorre puntualmente ese largo camino transitado por el artista, o más bien, ese sendero que se bifurca en múltiples caminos, en diferentes formas de hacer y de sentir, en una infinitud de soluciones tanto fácticas como conceptuales ante problemas de índoles filosóficas y socioculturales. Cual relato autobiográfico, emergen en el lienzo sus continuas etapas creativas, denotando un marcado interés en lo procesual. Más que una meta, le interesa el proceso que conduce a ella, así como aquellos mecanismos que mueven el engranaje del pensamiento ya sea en la construcción de una idea, en la arquitectura de un método o en el desarrollo de un proyecto.
El elemento central de la pieza viene a ser el dibujo, con un amplio registro estilístico que pone a dialogar un trazado lineal, mecánico, con otra variante más libre y expresiva. Croquis para pinturas, bocetos de instalaciones, apuntes con pequeños textos y complicados diseños traen a colación viejos y nuevos temas: el taller de reparaciones, los pozos, las grandes marchas demostrativas, los libros prohibidos y las series Tubosutra; o también conceptos como la masa y su entorno, lo individual y lo colectivo, el Método de la Ruta Crítica, y la entropía de las ciudades, entre otros tantos recurrentes dentro del trabajo de René.
Flatbed es un momento de síntesis, un espacio común donde convergen en plena armonía las variadas aristas de una misma personalidad.