Allan Sekula es una figura clave en la fotografía documental y la teoría de la imagen. Desde los años 70, sus fotografías han estado acompañadas de ensayos escritos, creando un diálogo inseparable entre texto e imagen. Discípulo de Herbert Marcuse, Sekula se centró en analizar cómo la imagen circula y opera dentro de los contextos económicos y políticos.
Con una intención política conectada a la tradición modernista, Sekula explora el control ejercido sobre las visiones del mundo mediante la producción de imaginarios. Sus fotografías y textos forman parte de un archivo más amplio, donde imágenes y palabras se contextualizan mutuamente, ofreciendo una profunda reflexión sobre la representación y lo real.